Elevación del seno maxilar

Función y objetivos

La elevación del seno maxilar, también conocida como aumento del seno maxilar, es una técnica quirúrgica destinada a aumentar la cantidad de hueso en el maxilar superior en su parte posterior, en particular en las zonas de premolar y molar. Es un requisito previo para las personas que necesitan implantes dentales en el maxilar superior pero que no tienen una altura ósea mínima adecuada para colocarlos.

El objetivo principal de una elevación del seno es crear una masa ósea y una densidad adecuadas en la zona para garantizar la estabilidad satisfactoria y a largo plazo de los implantes dentales. Este innovador procedimiento permite a las personas con deficiencias óseas en el maxilar superior zona posterior beneficiarse del tratamiento con implantes dentales.

Una de las funciones clave es proporcionar un amplio soporte óseo para la colocación de implantes dentales en el maxilar superior zona posterior. Al elevar el suelo del seno y colocar injertos óseos, esta técnica aborda eficazmente la reabsorción ósea y proporciona una base estable para los implantes futuros. Además, la elevación del seno maxilar ayuda a restaurar la altura y la densidad naturales del hueso alveolar, que pueden haberse visto comprometidas debido a la pérdida de dientes o a la enfermedad periodontal. En última instancia, el procedimiento pretende facilitar la integración satisfactoria y la función a largo plazo de los implantes dentales en el maxilar superior.

Otro objetivo importante  es mejorar la salud general de la boca y la función de las personas que tienen dientes ausentes en el maxilar superior. Al crear un volumen suficiente de hueso mediante la elevación del seno maxilar, los pacientes pueden recuperar la capacidad de masticar, hablar y sonreír con confianza. Además, el procedimiento contribuye a preservar los contornos faciales y a prevenir una mayor pérdida de hueso en el maxilar superior, promoviendo así la armonía oral y facial de los pacientes.

Beneficios

Además del objetivo fundamental de facilitar la colocación y el soporte de los implantes dentales, los procedimientos  ofrecen a los pacientes una serie de beneficios adicionales. Una ventaja notable es la mejora potencial de la calidad de vida global de las personas sometidas a este tratamiento. Al restablecer la integridad estructural de la mandíbula y permitir la colocación satisfactoria de los implantes dentales, los pacientes pueden experimentar una mejora significativa de su capacidad para comer una gran variedad de alimentos y disfrutar de una dieta más variada, lo que puede repercutir positivamente en su nutrición y bienestar.

Además, la elevación del seno maxilar y la técnica subsiguiente de injerto óseo pueden contribuir a mejorar las facciones y la estética de los pacientes. Restaurar la altura y la densidad natural del hueso en el maxilar superior no sólo proporciona un apoyo esencial a los implantes dentales, sino que también ayuda a mantener los contornos naturales de la cara, impidiendo el hundimiento de los labios y las mejillas que puede producirse con una pérdida ósea importante. Como resultado, los pacientes pueden disfrutar de un aspecto más joven y estéticamente más agradable tras la realización con éxito de un injerto óseo con la técnica de elevación de seno.

En qué consiste

Es un procedimiento quirúrgico especializado que implica la cuidadosa manipulación de la membrana del seno maxilar y la colocación de material de injerto óseo en el maxilar, en la zona posterior. Normalmente, la técnica la realiza un cirujano oral con experiencia y se realiza con anestesia local, sedación o anestesia general, dependiendo de las necesidades y preferencias específicas del paciente. Hay dos variantes principales del procedimiento de elevación del seno: el enfoque de la ventana lateral, también conocido como elevación del seno traumática o por ventana lateral, y la técnica del osteotomo, comúnmente conocida como elevación atraumática o a través de la cresta ósea. La selección de la técnica más adecuada se determina en función de varios factores, como la cantidad de hueso disponible o remanente del paciente, la anatomía del seno maxilar y el plan de tratamiento del paciente.

En la elevación del seno maxilar por ventana lateral o traumática, se crea una pequeña ventana en la pared lateral del seno maxilar, que permite acceder a la membrana sinusal. La membrana se levanta suavemente y el espacio que hay debajo de ella se rellena con material de injerto óseo. Este enfoque suele ser preferible cuando se necesita una cantidad significativa de aumento óseo.

Por otra parte, la técnica del osteotomo consiste en acceder al suelo del seno a través del hueso alveolar, sin crear una gran abertura en la pared del seno. Se utiliza una serie de instrumentos especiales llamados osteotomos para compactar el hueso, elevando gradualmente el suelo del seno para dejar espacio al injerto óseo. Esta técnica se suele emplear en casos en los que sólo se necesita una modesta elevación o cantidad ósea, para colocar implantes dentales.

Independientemente del enfoque específico que se utilice, el objetivo final del procedimiento es crear una base adecuada para la colocación de los implantes dentales. Una vez colocado el injerto óseo, la zona se sutura cuidadosamente para permitir una cicatrización adecuada y la integración del injerto con el hueso existente. Durante un periodo de varios meses, el hueso injertado se fusionará con el hueso natural, creando una estructura fuerte y estable capaz de proporcionar un soporte fiable a los implantes dentales en el futuro.

Preparación

Antes de someterse a esta intervención , los pacientes se someterán a un proceso exhaustivo de evaluación y preparación para garantizar la seguridad y el éxito de la intervención. Normalmente, esto implica consultas y exploraciones iniciales con el cirujano oral, durante las cuales se evaluarán cuidadosamente la salud bucal, los antecedentes médicos y las necesidades y objetivos específicos del individuo. También se pueden realizar pruebas de diagnóstico por imagen avanzadas, como radiografías dentales y, potencialmente, una tomografía computarizada (CBCT o TAC) para obtener información detallada sobre la anatomía y el estado  y la estructura ósea disponible.

Según la información recopilada, se desarrollará un plan de tratamiento personalizado, en el que se detallará el enfoque específico para la elevación del seno, el tipo y la fuente del material de injerto óseo que se utilizará, y los detalles del procedimiento de colocación de implantes que seguirá a la realización satisfactoria de la elevación del seno. A los pacientes se les darán instrucciones preoperatorias detalladas que deberán seguir en los días y horas previos a la intervención, que pueden incluir directrices relacionadas con la ingesta de alimentos y líquidos, medicamentos y la organización del transporte de ida y vuelta a la clínica.

Es esencial que los pacientes sigan estas instrucciones para minimizar el riesgo de complicaciones y garantizar la progresión sin problemas del proceso de tratamiento.

En algunos casos, a los pacientes se les puede prescribir la toma de antibióticos u otros medicamentos antes del procedimiento para reducir el riesgo de infección y controlar cualquier afección médica preexistente. Además, es importante que el paciente organice que un adulto responsable le acompañe a la cita quirúrgica y le proporcione apoyo y asistencia inmediatamente después de la intervención. Al participar activamente en la fase preparatoria y seguir las indicaciones del equipo de odontología, el paciente puede contribuir a establecer un entorno seguro, controlado y eficaz para la realización de su procedimiento de elevación de seno.

Tras la finalización satisfactoria de la intervención, se proporcionan a los pacientes instrucciones detalladas para el postoperatorio, que incluyen información sobre las actividades y opciones dietéticas para favorecer la cicatrización, el manejo de las molestias o la inflamación, y el calendario de las citas de seguimiento. Es esencial que los pacientes sigan de cerca estas pautas y acudan a todas las citas programadas para asegurarse de que el proceso de cicatrización progresa como se espera y para resolver cualquier duda o preocupación que pueda surgir. La participación atenta y proactiva del paciente en la fase postoperatoria es un componente crucial de un exitoso tratamiento de elevación del seno, ya que contribuye en última instancia a obtener resultados óptimos y a mantener a largo plazo la salud y funcionalidad de los implantes dentales.

Postoperatorio

El periodo postoperatorio es una fase crítica del proceso de tratamiento en su conjunto, en la que se anima a los pacientes a priorizar el reposo, la higiene bucal y una atención cuidadosa a sí mismos para favorecer la cicatrización y minimizar el riesgo de complicaciones. En las horas y días inmediatamente posteriores a la intervención, los pacientes pueden experimentar cierto grado de hinchazón, molestias leves o congestión nasal, que suele poder controlarse con el uso de los medicamentos recetados y compresas frías aplicadas en la cara. Es importante que los pacientes eviten las actividades físicas extenuantes y sigan las pautas recomendadas para una dieta blanda o líquida durante las primeras fases del periodo de recuperación.

Se aconseja a los pacientes mantener excelentes prácticas de higiene bucal, teniendo cuidado de limpiar suavemente los dientes y los tejidos bucales, evitando el lugar de la intervención quirúrgica. En las semanas siguientes, los pacientes acudirán a citas de seguimiento en la clínica dental para que el cirujano oral pueda supervisar la evolución de la cicatrización y, si es necesario, retirar las suturas que se colocaron durante la cirugía.

A medida que pasan las semanas y los meses, el hueso injertado se integrará gradualmente con el hueso natural, formando una base fuerte y flexible para la futura colocación de implantes dentales. Al participar activamente en el cuidado postoperatorio y seguir las recomendaciones de los odontólogos, los pacientes pueden contribuir al resultado satisfactorio y predecible de su elevación de seno, allanando el camino para la fase posterior de colocación de implantes dentales.

Riesgos

Al igual que cualquier procedimiento quirúrgico, la intervención de elevación de seno maxilar conlleva riesgos y complicaciones, a pesar de que se considera segura y eficaz cuando la realizan profesionales experimentados en entornos clínicos adecuados. Algunos de los riesgos que pueden discutirse con los pacientes durante el proceso de consentimiento informado incluyen la posibilidad de infección en el lugar de la intervención, el daño a las estructuras circundantes como la membrana sinusal o los dientes adyacentes, y la aparición de hemorragias excesivas o molestias postoperatorias. También se informará a los pacientes de los riesgos raros pero graves, como sinusitis, o de la posible falta de integración del injerto óseo con el hueso natural, que puede requerir intervenciones adicionales o ajustes del plan de tratamiento.

Es importante que los pacientes comuniquen abiertamente cualquier afección médica preexistente, alergia o preocupación que puedan tener al equipo dental y que sigan cuidadosamente todas las instrucciones pre y postoperatorias para minimizar la probabilidad de posibles complicaciones. Al mantener una relación transparente y de cooperación con el cirujano oral y el personal odontológico auxiliar, los pacientes pueden desempeñar un papel activo en la gestión y mitigación de los riesgos potenciales, contribuyendo a la realización segura y satisfactoria de su procedimiento.